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jueves, 28 marzo 2024
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Los hermanos de Basterra dicen que el portátil estaba en el piso en el registro y que los agentes no se lo llevaron

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Su declaración, por videoconferencia, contradice la versión de la Guardia Civil, según la cual el ordenador no estaba en la vivienda.

Los hermanos de Alfonso Basterra han asegurado que el ordenador portátil del acusado de matar a su hija Asunta estaba en su piso de Santiago durante el registro policial que se efectuó a los pocos días del hallazgo del cadáver de la menor, el 21 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo (A Coruña).

«Eso fue lo más llamativo: el ordenador ni lo tocaron ni se lo llevaron ni nada», ha afirmado por videoconferencia José María, el hermano de Basterra, que, pese a no estar presente en dicho registro, sí supo de estas circunstancias a través de su hermana Rosa, según ha contado.

La hermana, por su parte, ha respondido afirmativamente a las preguntas de la abogada de Alfonso acerca de si éste les pidió tanto a él como a su hermano que colaborasen con los investigadores. «Sí, claro, nos dijo que si nos preguntaban… que ayudásemos en todo, claro», ha señalado.

Además, ha recordado cómo, en la vivienda, en un momento determinado cogieron el ordenador pensando que se trataba de la funda vacía. «Y al ver que pesaba, lo volvimos a dejar allí, pegado a la pared», ha apuntado Rosa Basterra.

MEDIA HORA DE REGISTRO

La hermana del acusado de asesinato junto a su exmujer Rosario Porto ha indicado que durante el registro había en torno a diez personas en el piso de Alfonso, de pequeñas dimensiones, y que a ella no le hicieron abandonar el inmueble, por lo que permaneció «una media hora» sentada en el sofá, desde donde podía observar el portátil «todo el tiempo».

Rosa ha recordado que en un momento dado un guardia civil preguntó por una bolsa de viaje en la habitación de Basterra, que ella dijo que le pertenecía, y también se interesó por unas pastillas que había en el cuarto de baño, «para la alergia».

A este respecto, ha corroborado que Alfonso Basterra era alérgico «desde chaval». Pero por lo que «nunca» preguntaron, según ha dicho su hermana, es por el portátil de Alfonso.

UNA BOLSA DE ROPA JUNTO AL PORTÁTIL

Luego, la hermana fue la encargada de preparar una bolsa de viaje con ropa de su hermano «por si lo ingresaban en prisión, para que se la llevara». Contenía «ropa, zapatos, calcetines ropa interior…», ha relatado.

Según su versión, dejó esta bolsa junto al ordenador, con lo cual quien fuese a buscar la bolsa, «lo tenía que ver a la fuerza».

CREE QUE LO DIJO

Sobre si contó estos hechos, ha dicho que sí, «a parte» de a sus amigos y a su padre, también «en una conversación telefónica» que pensó que no estaba siendo grabada y que acabó siendo emitida por una televisión.

A las cuestiones de la acusación popular, la hermana de Alfonso basterra ha recordado que acudió a un cuartel de la Guardia Civil en País Vasco, ya a su regreso, para ponerse «a disposición» y actualizar su estado. «Y comenté con la persona que me atendió y creo recordar que comenté lo del ordenador, no estoy segura», ha dicho.

«UN SEGUNDO ORDENADOR»

Previamente ha declarado el hermano de Alfonso Basterra, quien ha comentado que el portátil estaba «encima del suelo, apoyado en unos libros, al lado del ordenador» durante su estancia en el piso de República Argentina, del que se fue antes que su hermana (por lo que no asistió al registro).

Por ello, en el interrogatorio de la acusación popular, ha advertido de que él durante los tres meses que se habló del portátil «pensaba que buscaban un segundo ordenador, incluso un segundo móvil». «¿Cómo voy a pensar que después de un registro estaban buscando ese ordenador? Incluso por la televisión decían el otro ordenador», ha incidido.

ALBÓNDIGAS Y CHAMPIÑONES

En otro orden de cosas, José María Basterra ha explicado otro aspecto ocurrido al término de la ceremonia en el tanatorio. «Fuimos todos a casa de Charo Porto. Llegó la hora de comer y comentaron que iban a llamar a la pizzería por tercer o cuarto día. Yo recordé que había comida en la nevera de Alfonso; mi profesión es cocinero y yo la comida la cuido mucho… Pude yo decir ‘¿por qué no voy a casa y la traigo?'», ha relatado.

Así, ha asegurado que llevó las albóndigas que había preparado al padre de Asunta y tenía guardadas en la nevera, así como «el famoso revuelto de champiñones». «En el frigorífico (no en el congelador) además había «algo de queso, pollo fresco y unos poquitos espaguetis», ha reseñado.

AMIGA DEL HERMANO

Él, de vuelta a Canarias, se reunió con un grupo de amigos, que le dieron «ánimos», según ha indicado, a continuación, una amiga del hermano de Alfonso Basterra que también ha comparecido a través de videoconferencia.

Esta testigo ha declarado que vio a José María la misma jornada en que volvió a las islas, de noche, en una reunión de un grupo de amigos, pero no ha podido precisar las fechas ante las preguntas del fiscal.

LA MUERTE DE SU SOBRINA

Ambos, tanto José María como Rosa, han rememorado cómo se enteraron de la muerte de su sobrina, a través de llamadas telefónicas avisando de los hechos a partir de las cuales supieron de un Alfonso que «no podía hablar», entre «llantos».

Durante su estancia en Santiago, se alojaron los dos en el piso de su hermano, mientras él se quedaba en uno de sus amigos. Solo había un juego de llaves, según han aseverado, por lo que uno de ellos permanecía siempre en casa, de acuerdo con su relato.

La declaración de los hermanos de Alfonso Basterra se contradice con la de la Guardia Civil, según la cual el ordenador no estaba en el piso en un primer registro.

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