Unas de mis debilidades al conocer un nuevo país es descubrir, comprobar cómo come la gente, en qué destaca su cocina y conocer sus mejores platos.
Antes de nuestra visita a Polonia sabíamos que destaca su cocina fundamentalmente por las carnes y por la pasta, entre otros pero tras nuestro paso por este país acogedor hemos descubierto gratas sorpresas gastronómicas, a sabiendas de que es difícil sorprender a alguien viniendo de la cocina española.
Hay que destacar que la hora de la comida en Polonia es un momento para el encuentro, para la charla relajada entre familia o amigos. No hay prisas. Y así se puede comprobar visitando algunos de los restaurantes del país, donde lo normal es un ambiente relajado y de charla entre platos y bebidas y música de fondo.
Los precios de la restauración en general son en la mayoría de las ocasiones asequibles, ligeramente inferior a los de España, lo cual hace que sean muy accesibles, con una relación calidad precio notable.
Tras aterrizar en Varsovia e instalarnos en el hotel, visitamos el restaurante Specjaly Regionalne, un lugar bien valorado en internet, especializado en comida tradicional polaca, utilizando ingredientes de la agricultura familiar y ecológica, y con recetas antiguas. Lo pudimos comprobar in situ aquella noche disfrutando del pato asado con arándanos, manzana al horno y patatas. Realmente muy sabroso. El pato asado es una carne muy valorada y apreciada por los polacos.
Tras conocer el centro histórico de Varsovia con la ayuda de nuestra guía, llegó la hora del almuerzo. Tomamos un respiro para descansar y coger energía. El sitio elegido fue la cadena Zapiecek, un lugar muy acogedor, muy concurrido donde percibes la tranquilidad de los comensales degustando los distintos platos que ofrecen. Las camareras iban todas vestidas con unos atuendos típicos, siempre atentas, amables y con gran simpatía. Probamos los pierogis, algo muy típico, relleno de distintas opciones, de forma cocido o frito, que me recuerda a los raviolis.
Nos llamó la atención un postre llamado, apple pie, lo que aquí llamamos tarta de manzana, pero que no tiene nada que ver con la española. La apple pie está exquisitamente bien elaborada donde la manzana es la protagonista, de sabor suave sin llegar a ser empalagoso.
De nuestro viaje por Polonia, también tuvimos nuestros momentos de “fast food”, que se puede encontrar en cualquier país, a veces por horarios o por no encontrar algo adecuado, pero fueron las menos ocasiones.
Los horarios nocturnos de la restauración en Polonia son algo más tempranos que en España ya que tuvimos alguna dificultad para cenar en algunos sitios. En Varsovia quisimos visitar “El cerdo rojo”, situado en el antiguo gueto judío, en un par de ocasiones. La primera por ser tarde, pero la segunda ocasión si íbamos en horario pero no entendimos el motivo.
En este país son típicas las cervezas de sabores, como la cerveza de manzana o frambuesa.
En Cracovia, descubrimos de la mano de nuestra guía, un restaurante muy acogedor, Jama Michalika, con unos platos muy sabrosos, lugar de encuentro cultural y artístico con mucha historia donde se celebran eventos musicales entre otros.
Tuvimos la ocasión de probar un vino caliente con especias, muy agradable para entrar en calor. Una de las sopas
típicas son las equivalentes aquí a las de pollo con fideos, y la sopa de remolacha, la cual fue una revelación para nosotros, una sopa dulce, con muchos matices acompañada de trocitos de pasta rellena de carne, lo que podríamos llamar nosotros tortellinis.
Otro plato, que también nos encantó, y el preferido de nuestra guía, fue el Golabki , compuesto por una hoja de col enrollada rellena de arroz y carne picada acompañada de una bechamel con champiñones. Realmente un plato delicioso que repetimos al siguiente día al estar por la zona.
Algo llamativo, al menos en Cracovia, fue el encontrar por muchas esquinas pequeños puestos ambulantes vendiendo bretzels, unos bollos en forma de lazos entrelazados horneados con un sabor ligeramente salado.
No podemos dejar de comentar un maravilloso lugar que gira alrededor del chocolate. Se trata de Cracow Handma de Chocolate, un rincón donde podrás descubrir infinidad de tipos de chocolates y también de formas artísticas, todo de elaboración propia, donde puedes acudir tanto para comprar chocolate, como para apuntarte a talleres como para ir a la cafetería situada en la planta superior.
Un lugar obligado para todo aquel que tenga debilidad como yo por el chocolate.
De nuestro paso por Wieliczka, conocida por sus famosas Minas de Sal, tuvimos
oportunidad de comer en un restaurante bien valorado, Maxim, restaurante que participó en el programa equivalente aquí a “Pesadilla en la cocina” donde destaca los platos tradicionales de Polonia. El servicio fue correcto, aunque algo lento en servir, pero todo bien presentado y con una buena relación calidad precio. Un pato asado enorme, y filetes de cerdo con guarnición fue nuestra elección.
Hubo algo llamativo con el agua mineral. Y es que por defecto te dan agua mineral con gas, algo que no entendía al principio. Y la razón es que está muy arraigado el beber agua con gas más que sin gas, por lo que, no sólo en Polonía, sino en los países perífericos existe esta costumbre, a diferencia de nuestro país donde beber agua con gas no es mayoritario.
Tenemos que afirmar que nuestra experiencia global gastronómica de Polonia es positiva. No tienen una gran variedad, y el pescado es claramente secundario en este país, donde únicamente su consumo es mayor en la zona costera del norte. A pesar de esto, las satisfacción a nivel de paladar es muy buena conservando muy buenos recuerdos de sabores de nuestro paso por aquel país acogedor y tranquilo.
Sigue leyendo el plan de 8 días en Polonia.
Gastronomía Polaca: Sabores de Polonia.(I)
15 Noviembre 2016 : Viaje de Ida a Varsovia. Cuidado con National Car. (II)
16 Noviembre 2016: Varsovia una ciudad nueva con mucha historia. (III)
17 Noviembre 2016: Tienes que visitar Częstochowa y alojarte en Hotel Noma Prommine.
18 Noviembre 2016: Auschwitz lugar de reflexión
19 Noviembre 2016: Wieliczka, un lugar donde la vida existía bajo tierra.
20 Noviembre 2016: La historia conmovedora de Oskar Schindler y la ruta Real por el centro de Cracovia.
21 Noviembre 2016: Gastronomía y shopping por Cracovia. Hotel boutique Rialto en Varsovia.
22 Noviembre 2016: Vuelta a España.
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Nosotros viajamos con LOT, y contamos aquí nuestra experiencia. Sin duda alguna es la mejor compañía para viajar a Polonia. Pueden consultar su ofertas aquí.