La familia del torero Víctor Barrio, que falleció el pasado 9 de julio a consecuencia de una cornada mortal en la plaza de toros de Teruel, ha acogido «con gran ilusión» la iniciativa la corrida que se celebrará el próximo 4 de septiembre en Valladolid para rendirle homenaje y considera que esto «demuestra que el toreo está unido y en forma».
Según ha informado la Fundación Toro de Lidia en un comunicado, la familia considera que la corrida unirá a «las figuras del toreo más importantes» y esto supondrá «el mejor homenaje que se le puede rendir a Víctor».
Además, valora que el evento homenaje «demuestra que el toreo está unido y de esta forma». «Todos juntos, podemos conseguir una tauromaquia fuerte y sólida. Es lo que querría Víctor», han añadido.
De hecho, agradecen el apoyo «a toda la familia del toro» que no les ha dejado solos y manifiestan que se sienten reconfortados al confiar en que «la muerte de Víctor no será en balde».
La Fundación del Toro de Lidia confirma así que organizará una corrida de toros en homenaje al torero fallecido el próximo 4 de septiembre en Valladolid, que esos días celebra sus fiestas patronales de la Feria de Nuestra Señora de San Lorenzo.
Para la fundación, esta corrida «supone un hito en la tauromaquia contemporánea», ya que «seis figuras del toreo» compartirán jornada para honrar la memora de un torero fallecido en la plaza. El cartel estará compuesto por los espadas Juan José Padilla, José Tomás, Morante de la Puebla, Julián López ‘El Juli’, José María Manzanares y Alejandro Talavante.
Los beneficios de la taquilla se destinarán a dos proyectos de la Fundación del Toro de Lidia: se trata de una obra de arte en conmemoración de Víctor Barrio y la promoción y la difusión de la tauromaquia.
La Fundación del Toro de Lidia aglutina con voz única las inquietudes del sector y sirve de «vehículo de respuesta ante los agravios». Entre sus objetivos figura la prioridad de diseñar el plan estratégico de la tauromaquia para el siglo XXI que logre entroncar y transmitir el toro con una sociedad que ha cambiado en los últimos años.
«La tauromaquia es una disciplina artística efímera y singular cargada de emociones y espiritualidad; un transmisor de valores humanos desde la ejemplaridad de su discurso que entendemos necesario – tal vez hoy como nunca- al servicio de la razón, el arte, la convivencia y la sostenibilidad», define la organización.
Finalmente, subraya que es preciso informar de que tauromaquia es «ecología» y ve necesario hacer entender la importancia del toro bravo para fijar empleo rural y como «elemento conservador del patrimonio material e inmaterial asociado al manejo ganadero, cuya pérdida tendría unas consecuencias irreparables».