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viernes, 29 marzo 2024
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El Congreso pide al Gobierno estrategias plurianuales para los embalses y que los acuíferos sean reservas ante la sequía

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También proponen una reorganización del territorio inundable para que no se autorice la construcción de viviendas en zonas de riesgo.

El Congreso va a pedir al Gobierno que diseñe estrategias de regulación plurianual para los embalses y que recupere los acuíferos como reservas estratégicas para gestionar los ciclos de sequía. Así lo recoge el informe redactado por todos los grupos parlamentarios en la subcomisión creada en la Cámara para elaborar propuestas de políticas en esta materia, con el objetivo de reducir el impacto del cambio climático en este área.

«Aunque el cambio climático comporta fenómenos y consecuencias sometidos a distintos niveles de incertidumbre, dicha incertidumbre no disculpa una acción decidida, que debe basarse, en el principio de precaución, minimizando la exposición y la vulnerabilidad y aumentando la capacidad de adaptación para reducir impactos sobre la población, el medio ambiente y los bienes y actividades económicas en riesgo», advierte el documento redactado, al que ha tenido acceso Europa Press.

En total, el órgano propone medidas distribuidas en cinco aspectos: obras hidráulicas; reducir la exposición contra el impacto del cambio climático; disminuir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia en la gestión del agua; tratamiento de los fenómenos extremos; y desarrollo efectivo de la directiva marco europea de Aguas.

Además de la medida antes mencionada, los partidos también reclaman en este texto que las tecnologías de desalación, regeneración y reutilización, con energía eólica y solar, sean estrategias flexibles y eficaces para afrontar periodos de sequía en zonas de costa o insulares, permitiendo incluso abrir perspectivas de autosuficiencia en territorios que han desbordado su disponibilidad sostenible de recursos.

AHORRO Y CAUDALES SUPLEMENTARIOS

Pero, además, los partidos llaman a diversificar y flexibilizar las fuentes de calidad, blindando los abastecimientos urbanos, aún en las previsiones más duras de sequía, aplicando, de manera efectiva, la prioridad del uso urbano y la protección de las áreas de captación que la ley exige, incluyendo el coste de la garantía en las tarifas del agua.

Para zonas especialmente afectadas por la falta de agua, se pide un estudio del desarrollo de doble red para generalizar la reutilización de caudales de menor calidad, con aguas regeneradas, en usos que no requieren agua de excelencia. «Lo que permite ahorrar y garantizar importantes caudales suplementarios», apunta el documento, que también propone «redes separativas, para drenar el agua de lluvia al margen de los retornos domésticos.

A su juicio, «en toda nueva urbanización y en los planes de reforma urbana de medio/largo» se han de «promover estrategias para permeabilizar la ciudad, con incentivos a la captación de agua de lluvia (para utilizarla o inyectarla al subsuelo), alimentando los acuíferos y reduciendo la escorrentía que colapsa el saneamiento y genera vertidos directos, sin depurar, cuando hay tormentas».

REFORMA DE LA LEY DE AGUAS

En este sentido, recomiendan promover y dotar líneas de I+D+i en el amplio espacio de las tecnologías métodos y estrategias de adaptación al cambio climático en materia de planificación y gestión de aguas; así como proyectos de investigación aplicada que desarrollen las nuevas tecnologías de recirculación, regeneración y reutilización, desalación y desalobración, con el uso de energía solar y eólica.

Del mismo modo, reclaman al Ejecutivo una reforma de la Ley de Aguas y del reglamento del Dominio Público Hidráulico para «superar los problemas vigentes» que, a juicio de los grupos, existen con «el desgobierno en la gestión de aguas subterráneas».

Esta modificación, también sería necesaria, según el unforme, para cumplir con la ONU en materia de acceso a los servicios básicos de agua potable o para que se lleven de forma efectiva los análisis económicos de los planes de cuenca, entre otras. Del mismo modo, recomienda que se tome en consideración desarrollar un Acuerdo Social por el Agua, con la participación de todos los sectores.

Pero, uno de los aspectos en los que más incide este informe es en el de la anticipación. Para ello, los partidos piden que los análisis económicos consideren la reducción de caudales medios y la creciente variabilidad pluviométrica, para determinar el coste del metro cúbico que se espera realmente servir; al tiempo que se deben considere el valor de la seguridad (o garantía) y los costes ambientales.

Como medidas concretas para minimizar los impactos del cambio climático, se propone que los planes de cuenca redimensionen las concesiones para evitar las expectativas que genera la sobre-asignación concesional, transitando de las tradicionales estrategias «de oferta», basadas en nuevas grandes obras hidráulicas, a nuevas estrategias de «gestión de las demandas».

Esto iría acompañado, según se explica en el texto, adecuadas tarifas incentivadoras de un uso eficiente del agua y la reordenación de usos y nuevas estrategias productivas, que permitan hacer una transición ordenada en las próximas décadas respetando los caudales ecológicos y las restricciones de sostenibilidad de los acuíferos.

REORGANIZACIÓN CONTRA CRECIDAS

Los grupos también proponen una reordenación, de acuerdo con la directiva de Inundaciones, de los territorios inundables, de forma que no se ocupen las llanuras de inundación por actividades sensibles de carácter permanente, por actividades sensibles de carácter permanente ni se autorice la construcción de viviendas en zonas de riesgo. Para ello, llama a la coordinación a los instrumentos de ordenación del territorio y de urbanismo con los de gestión del dominio público hidráulico.

Los diputados también incluyen medidas en relación a la lucha contra la desertización, reclaman una gestión de masas forestales con densidades y especies adaptadas al cambio climático o llaman a poner énfasis en la protección del mundo rural.

Además, pide que se priorice la reordenación del dominio público y de los espacios bajo riesgo de inundación, evitando su urbanización y la construcción de granjas o instalaciones industriales ante posibles crecidas. En este sentido, también llaman a ampliar los espacios fluviales en crecida, retranqueando o eliminando motas y diques y creando cauces de alivio; instalar compuertas en las motas que permitan, en crecidas extraordinarias, entre otras.

«En la medida que estas nuevas estrategias están demostrando su eficacia, la recomendación no puede ser otra que avanzar de forma decidida en esta dirección, multiplicando al mismo tiempo los esfuerzos de información y de explicación a la sociedad, que sigue bajo las inercias de las antiguas estrategias de infraestructuras y dragados», apunta el informe.

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