El Papa Francisco despegará este sábado 20 de marzo de Roma para comenzar una visita de fin de semana a Marruecos, un país donde la comunidad católica está formada por unas 30.000 personas todas ellas extranjeras, en su mayoría migrantes del África Subsahariana. Por ello, además de estrechar lazos con el Islam, el auxilio a los migrantes que quieren llegar a Europa, será uno de sus temas prioritarios. Se trata del segundo viaje de un Papa a Marruecos, después de la histórica visita de Juan Pablo II en 1985.
«El tema de los migrantes estará muy presente en este viaje. Muchos subsaharianos van a Marruecos porque encuentran cerradas otras rutas de paso», señaló el director ‘ad interim’ de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti durante una rueda de prensa este pasado jueves.
La comunidad católica de Marruecos está formada por unas 30.000 personas todas ellas extranjeras. Además, es una Iglesia joven, en la que la mayoría de los católicos son estudiantes universitarios de entre 18 y 25 años de diversos países de África Subsahariana.
«En cualquiera de nuestra iglesias a las que vayas un domingo, vas a encontrar más hombres que mujeres, más jóvenes que adultos y, por supuesto, más negros que blancos», ha explicado en una entrevista con Europa Press el obispo de Rabat, el español Cristóbal López.
El Santo Padre aterrizará en el aeropuerto internacional de Rabat-Salé a las 14,00 horas de este sábado 30 de marzo. Media hora más tarde, la plaza del Palacio Real acogerá la ceremonia de bienvenida. Gisotti ha explicado que está previsto que el rey de Marruecos, Mohamed VI, con quien se reunirá en privado en una visita de cortesía, le reciba con la forma tradicional del país «ofreciéndole dátiles y leche de almendras».
A las 15,30 horas tendrá lugar un encuentro con el pueblo marroquí, las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en la explanada de la mezquita Hasán II. Allí, el Pontífice pronunciará su primer discurso del viaje. A las 16,30 visitará el mausoleo de Mohamed V, padre del Marruecos moderno; y media hora más tarde visitará el Instituto Mohamed VI donde se forman imanes.
El último acto del sábado será un encuentro con migrantes en la sede de Cáritas diocesana a las 18,00 horas, donde el Papa pronunciará una alocución. Según cifras oficiales en Marruecos viven unos 80.000 inmigrantes, de los que cerca de 4.000 son asistidos por los centros de acogida de Caritas.
El segundo día del viaje, el domingo 31 de marzo, el Papa realizará a las 9,30 horas una visita privada al ‘Centre Rural des Services Sociaux’ de Témara, que era un centro de formación rural que gestionaban los jesuitas y que hoy dirigen cuatro monjas españolas de la Orden de las Hijas de la Caridad de San Vinzenzo de Paoli, cuya asistencia se centra sobre todo en los niños enfermos.
A las 10,35 horas, Francisco se encontrará con sacerdotes, religiosos, consagrados y con el Consejo Ecuménico de las Iglesias en la Catedral de Rabat. Allí, el Papa pronunciará otro discurso y presidirá el rezo del Ángelus. A las 12,00 horas comerá con algunos miembros del séquito papal y con los Obispos de Marruecos.
Antes de emprender su viaje de regreso a Roma, el Pontífice presidirá la celebración de una Misa en el Complejo Deportivo Príncipe Moulay Abdellah en la que se esperan unos 10.000 fieles, la misa más multitudinaria de Marruecos, según prevé la Santa Sede. Francisco pronunciará todos los discursos en italiano excepto la homilía de la misa, que la dará en español.
UN CRISTO CON LA CRUZ A CUESTAS DE UN ARTISTA MUSULMÁN
Durante su visita a Rabat, la Iglesia de Marruecos regalará al Papa Francisco una obra de arte de un escultor marroquí musulmán que representa a Jesucristo con la cruz a cuestas, y un árbol de argán, originario del noroeste de Marruecos.
El obispo de Rabat, el español Cristóbal López, ha explicado que no será una sorpresa porque «todo está calculado, medido al segundo, hasta el regalo», pues han tenido que comunicarlo al Vaticano, ya que la Santa Sede corresponde con otro presente.
López ha precisado que se encuentran en «el sprint final» de los preparativos del viaje y los sentimientos ante la visita son de «alegría y entusiasmo» aunque el obispo también reconoce que siente una «cierta preocupación» porque tienen «muchas cosas que poner a punto». «Es algo que a nosotros, la pequeña Iglesia de Marruecos, nos supera. Gracias a Dios las autoridades marroquíes están poniéndose a total disposición», ha precisado.
Los pilares del viaje de Francisco serán, a su juicio, el refuerzo del diálogo entre Cristianismo e Islam «al servicio de la paz y la fraternidad universal»; y la acogida de los migrantes. En concreto, el Papa visitará la sede central de la Cáritas diocesana en Rabat desde donde se dirige toda la acción social.
López espera que el Pontífice ratifique los cuatro verbos famosos de «acoger, proteger, promover e insertar» y no cree que «entre en detalles que pudieran inmiscuirse en las políticas de migración concretas de un país o de otro». «Sobre todo es un mensaje para dentro de la Iglesia misma, no puede ser que haya católicos que cierren el corazón al hermano», ha enfatizado.
UNA VIGILIA DE MIGRANTES ‘SIN PAPELES’ EN TÁNGER
Aunque en su viaje a Marruecos, el Papa no visitará Tánger, el obispo de esta diócesis, el español Santiago Agrelo, también ha organizado algún acto para que los católicos de allí, sobre todo los migrantes sin papeles acogidos en el recinto de la Catedral de Tánger, se sientan de alguna manera presentes junto al Papa.
«Tengo previsto que el sábado, el día en que el Papa se encontrará con migrantes en Rabat, los migrantes de aquí que están en la Catedral acogidos desde hace varios meses, que no se pueden acercar a Rabat porque no tienen papeles, tengan una vigilia de oración, como un modo de estar presentes en la visita del Papa», ha explicado Agrelo a Europa Press.
El obispo de Tánger tiene el encargo de dirigir un saludo de dos minutos al Papa el próximo sábado en el encuentro con migrantes en el centro de Cáritas, en el que aprovechará para recordar a los migrantes en situación irregular. «Le agradeceré que haya venido, que visite un centro de acogida para migrantes (en ese caso son migrantes con papeles) y recordaré que hay otros migrantes que no pueden estar allí», ha precisado.