Organizaciones ambientales de todo el mundo reclamaron este viernes por la noche en todo el mundo que «lejos de parar», de la pandemia del coronavirus debe salirse con un nuevo sistema con «justicia climática y social» como base, porque la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 no es menoscabo para actuar contra la emergencia climática.
En un manifiesto conjunto de las organizaciones Fridays For Future, Alianza por el Clima y 2020 Rebelion por el Clima consideran que el actual sufrimiento por el coronavirus debe servir para «evitar mayor sufrimiento futuro».
«A pesar del confinamiento, la diversidad de la participación en estas movilizaciones muestra que la ciudadanía no está dispuesta a dejar que la crisis climática nos golpee sin hacer nada por evitarlo», advierten.
Este viernes por la noche cientos de organizaciones bajo el paraguas de estas tres plataformas se movilizaron a las 22.00 horas en todo el mundo para proyectar mensajes, imágenes y sombras desde los balcones con las que pidieron una salida de la crisis sanitaria que ponga en el centro el medio ambiente y a las personas y tenga en cuenta criterios de justicia social y climática.
En esta acción global por el clima han denunciado cómo la actual emergencia sanitaria ha puesto de manifiesto la fragilidad de un sistema que en su opinión «tiene que ser repensado y las consecuencias de una crisis cuando los estados no están preparados para afrontarla».
Además, han lamentado que pese a que la crisis climática sigue siendo una realidad y, pese a estar formalmente declarada desde muchas instituciones, sigue sin ser reconocida como tal por algunos dirigentes en todo el mundo, que optan por desoír las indicaciones científicas a través de una inacción culpable.
El manifiesto propone transformar la actividad económica de un modo climática y socialmente justo con una reducción drástica de las emisiones netas de efecto invernadero, en línea con las indicaciones científicas y alcanzando la neutralidad lo más rápidamente posible y, desde un punto de vista social, garantizar unas condiciones de vida dignas a los colectivos vulnerables.
«La humanidad se enfrenta a una emergencia climática sin precedentes en la que también es necesario actuar con la responsabilidad de proteger la vida en primer lugar. El calentamiento global es consecuencia directa del modelo de producción y consumo que arriesga la supervivencia como especie, al basarse en la explotación ilimitada de los recursos naturales, impactando de manera injusta en las poblaciones más pobres y vulnerables», concluyen las organizaciones.