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jueves, 28 marzo 2024
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Daniel Raventós abogará en la Comisión de Reconstrucción por la renta básica universal frente al ingreso mínimo

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Considera «extremadamente insuficiente» el ingreso mínimo que plantea el Gobierno, que define como «una variante más de los miles de susbisdios para pobres que se concocen».

El profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona y presidente de la Red Renta Básica, Daniel Raventós, uno de los expertos que comparecerá en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica creada en el Congreso de los Diputados para acelerar la recuperación de España tras la crisis del coronavirus, ha asegurado que defenderá la renta básica universal frente al Ingreso Mínimo Vital (IMV) que prepara el Gobierno, el cual considera que va a ser «extremadamente insuficiente».

«El ingreso mínimo vital todavía no se ha concretado pero por las declaraciones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ya sabemos que va a ser, no insuficiente, sino extremadamente insuficiente», ha indicado Daniel Raventós en declaraciones telefónicas a Europa Press.

El experto, que comparecerá en el grupo de trabajo dedicado a políticas sociales y sistema de cuidados –en el que también estarán el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, la ministra de Igualdad, Irene Montero, representantes de ONG de infancia, de las universidades o del colectivo de la discapacidad–, ha advertido de que el ingreso mínimo vital que previsiblemente el Gobierno aprobará el próximo martes en Consejo de Ministros, es «una variante más de los miles de subsidios para pobres que se conocen», a falta de conocer su concreción.

Por el momento, se sabe que esta ayuda quiere llegar primero a 100.000 hogares y en el futuro hasta un millón de hogares (2,5 millones de personas), y que oscilará enter los 462 euros para los hogares unipersonales y los 1.015 euros para familias formadas por dos adultos con más de dos menores a cargo.

Si bien, Daniel Raventós recuerda que en 2019 había unos 10 millones de personas pobres en España, por lo que este ingreso mínimo vital «deja fuera de entrada al 75%» de los que la necesitan, sin tener en cuenta el aumento en el último año del número de personas en situación de pobreza. Por ello, el experto propone una renta básica, aunque esta sea por el momento «de cuarentena», es decir, hasta el 31 de diciembre de 2020, de forma que a quien la pida, se le conceda de forma inmediata.

LA «TRAMPA DE LA POBREZA»

La diferencia entre el ingreso mínimo vital y la renta básica universal, según precisa, es que mientras en el primer caso, la persona perceptora tiene que acreditar que no llega a un determinado nivel de renta, en el segundo caso, la ayuda sería para todos los habitantes del país.

Entre los problemas más «graves» de los subsidios condicionados para personas pobres, como el ingreso mínimo vital, Raventós señala la incompatibilidad de estas ayudas con otras fuentes de renta, lo que genera lo que se conoce como «la trampa de la pobreza».

«Existe un fuerte desincentivo a buscar trabajo remunerado, si recibes un subsidio de 600 euros y te ofrecen un trabajo de mierda, 700 euros al mes por trabajar 45 ó 50 horas a la semana, no vale la pena que lo cojas, pues no sabes si el empleo va a durar tres meses, y luego vas a tener que volver a pedir el subsidio y a lo mejor tardan tres o cuatro meses en volver a dártelo y mientras, tienes que seguir pagando el alquiler y otras facturas», señala el experto.

Por otra parte, indica que este tipo de subsidios para personas en situación de pobreza implican «unos costes administrativos inmensos» porque la condicionalidad de los mismos supone que se controle que los beneficiarios cumplen con los requisitos legales en todo momento.

ESTIGMATIZACIÓN Y BAJA COBERTURA

En tercer lugar, apunta el problema de «la estigmatización» asociada al ingreso mínimo vital, pues los candidatos tienen que «significarse como pobres en las ventanillas de la Administración». Y el cuarto problema es «la cobertura insuficiente», pues estos subsidios «no llegan a todos los que teóricamente deberían ser usuarios», lo que se conoce como la tasa del ‘non take-up’.

El porcentaje de las personas que no solicitan estas prestaciones a pesar de cumplir todos los requisitos llega «hasta el 60%» a nivel global, según apunta. Además, añade que solo en España, si se suman todos los subsidios de este tipo que ya existen en todas las comunidades autónomas, estos «solo llegan a un 7% de la población pobre».

Todos estos problemas, según puntualiza, los «supera» la renta básica universal pues «es compatible con otras fuentes de renta»; no tiene «ningún coste administrativo» ya que la administración no tiene que comprobar que la persona cumple con una serie de requisitos; «no hay estigmatización» y tampoco hay «problemas de cobertura», pues la recibe todo el mundo.

El experto indica que esta renta básica universal ya era «necesaria antes de la pandemia» y ahora lo es «más», pero reconoce que no es suficiente para sacar a las personas de la pobreza, una situación que se ha visto agravada con la crisis del coronavirus, y que, por lo tanto, esta medida de política económica debería ir acompañada de otras medidas en otros ámbitos.

Por todo ello, Raventós ha asegurado que defenderá la renta básica universal en la Comisión para la Reconstrucción que se pondrá en marcha este jueves y en la que se debatirán propuestas que aceleren la recuperación de España tras la crisis del coronavirus. Las primeras comparecencias de altos cargos y expertos comenzarán el próximo martes con la vicepresidenta Carmen Calvo.

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