El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, cree que la solución del problema territorial con Cataluña debe ir «más por la vía de la convicción que por la del temor», pero avisa de que el de la independencia sería «un panorama poco alentador» y recuerda que «se ha hecho mucho hincapié» en que Cataluña «afrontaría dificultades económicas» en este escenario.
Así se pronuncia el líder del PSOE en la revista ‘Temas’ que dirige el histórico dirigente Alfonso Guerra y que en su primer número de 2014 reflexiona sobre el futuro de España y el reto independentista lanzado desde Cataluña.
En sus respuestas al cuestionario que plantea la publicación a varias personalidades, Rubalcaba sostiene que las repercusiones económicas de u proceso soberanista «serían indudables».
«Es inútil negarlo. Traería aparejado un perido de incertidumbre política e institucional, cambios legislativos que provocarían una cierta inseguridad jurídica hasta que se hubiesen consolidado, inversores que buscarían refugio probablemente en entornos menos inciertos, empresarios que temerían por sus ventas a uno u otro lado, o en ambos…», recalca en el artículo, recogido por Europa Press.
«NO ES SÓLO UNA CUESTIÓN MATERIAL»
Pero, además de estas consecuencias económicas y financieras, Rubalcaba subraya que «es mucho lo que Cataluña aporta a España y a Europa y viceversa» y, por tanto, defiende que no es sólo una «cuestión material», sino «de lazos culturales, emocionales, personales», que «son más importantes de lo que parece».
Y, con este panorama, subraya que la «obligación» de los dirigentes políticos es «buscar» una solución, que, a su juicio, comienza por sentarse a «dialogar, con voluntad política y sin maximalismos», para buscar consensos, que considera «posibles».
Además, defiende la propuesta del PSOE a estas tensiones, que se encuentra «entre las dos posiciones extremas de la recentralización y la secesión» y que consiste en revisar el modelo territorial en un sentido federal.
Esto, explica, necesitará una reforma constitucional que, argumenta, debería revisar las funciones del Senado, establecer «de forma más clara aspectos como la financiación de las comunidades autónomas, la distribución de competencias, los mecanismos de coordinación y la solidaridad interterritorial».
Según Rubalcaba, el Estado autonómico ha funcionado bien durante más de 30 años, pero, dado que «la España de hoy no es la misma de la Transición, considera que «es necesario que el modelo evolucione con la propiea sociedad».