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jueves, 25 abril 2024
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Bosch ve «mala fe política» de Margallo al diferenciar el proceso catalán del escocés

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Dice que los catalanes no van con «faldas de cuadros ni gaitas» pero piden lo mismo.

El líder de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, ha respondido este lunes al ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que es «mala fe política» diferenciar el proceso soberanista catalán del escocés, puesto que en España también se podría pactar una consulta legal si hubiera voluntad política y convicción democrática.

Lo ha dicho después de que Margallo afirmara al diario británico ‘Financial Times’ que el caso catalán es «fundamentalmente distinto» del escocés y admitiera que Escocia podría reingresar en la UE si se independizara legalmente, aunque sería un proceso lento.

«Es cierto que muy raramente nos ponemos faldillitas de cuadros. Es cierto que no vamos por el mundo con gaitas. Lo que también es cierto es que lo que pedimos es casi idéntico e intercambiable a lo de los escoceses», que es decidir el futuro de Cataluña, ha ironizado.

Bosch ha criticado la insistencia de Margallo en que los escoceses están haciendo el proceso legalmente y Cataluña no: «Si aquí no se hace legalmente es porque ellos no quieren. Ellos bloquean esta posibilidad porque el PP tiene mayoría absoluta».

Una de las opciones de hacerlo legal –asegura– son las dos proposiciones de ley registradas este lunes en el Congreso para que se delegue al Parlamento catalán la capacidad de convocar referéndums, una «forma calcada» a la que han seguido británicos y escoceses, ya que también ha habido una delegación de competencias.

«Estamos pidiendo a Margallo que sea un William Hague –ministro de Exteriores británico– y que Rajoy se parezca a David Cameron, y sean demócratas», ha dicho.

‘FOREVER AND EVER’

Ha manifestado que el tratado fundacional británico de 1706 dicta que Escocia estará «indisolublemente, ‘forever and ever» en el Reino Unido, lo que es muy parecido a la Constitución Española, pero en Gran Bretaña interpretan los textos históricos como tales y los adaptan a la legalidad actual, ha destacado.

El del Gobierno central, en cambio, «es un discurso equivocado y con mala voluntad y mala fe detrás porque no hay voluntad de arreglar las cosas», ha deplorado el republicano, que defiende que el pueblo catalán quiere ir a las urnas y que votar no puede ser ilegal.

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