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viernes, 26 abril 2024
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Rajoy relata cómo se ha pasado de una España al borde del abismo a atravesar con éxito el Cabo de Hornos

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido ante el Congreso de los Diputados que España ha pasado de ser un país al borde del abismo a atravesar «con éxito el Cabo de Hornos» e iniciar una nueva etapa, «más tranquila, más productiva y, sobre todo, más llevadera». Dos años de trabajo han «despejado el camino» para lograr lo que falta. «En la senda de la recuperación del bienestar, bien podemos decir que ya hemos alcanzado la primera cumbre».

Rajoy ha dedicado buena parte de su discurso inicial en el Debate sobre el estado de la Nación a defender el cambio de rumbo que ha dado el país de un año a esta parte, desde el anterior debate de política general, y a reivindicar el resultado que están dando las reformas que ha emprendido su Gobierno.

En este sentido, ha dedicado casi un tercio de su exposición desde la tribuna de oradores para sacar pecho por haber logrado dejar atrás nueve trimestres de recesión y dar paso al crecimiento. «Se trata de un cambio de tendencia. Ha variado nada menos que el rumbo, hemos invertido la dirección de nuestra marcha, hemos pasado del retroceso al avance, de la caída a la recuperación, de la amenaza a la esperanza. Si me lo permiten, hemos atravesado con éxito el Cabo de Hornos», ha proclamado el presidente ante un Pleno del Congreso abarrotado de diputados y senadores.

En su reivindicación de lo logrado, el jefe del Ejecutivo ha dedicado unos minutos a leer ante el hemiciclo una veintena de titulares de la prensa internacional. Donde hace un año, ha dicho, se escribían advertencias de que o se aceptaba el rescate o sería «el caos» y de que el país se encontraba «al borde del precipicio», ahora se habla de España como «la nueva Alemania». «Son los mismos medios, señorías, sólo que un año más tarde».

En este sentido, ha argumentado que la posibilidad del rescate, la salida del euro o la desconfianza hacia el país «son palabras que ya no tiene sentido ni siquiera mencionarlas». A su juicio, se trata de un cambio de «enormes consecuencias».

El presidente ha salpicado esta primera parte reivindicativa de su discurso de datos para reforzar su argumentación: mejora en la balanza de pagos, «récord» de exportaciones, impulso de la competitividad, una prima de riesgo en descenso, precios controlados e incluso mejora del desempleo «por primera vez en toda la crisis».

«Les recuerdo, como punto de referencia, que nos hemos enfrentado a la mayor destrucción de empleo de Europa», ha afirmado. «El 65 por ciento de todo el empleo destruido en la Europa comunitaria entre 2008 y 2011 se produjo en España. Ésa era la tarea. Algo hemos logrado ya, señorías. Detener esa hemorragia y conseguir que afloren los primeros signos de la recuperación», ha defendido.

«NADA EN EL TINTERO» En este capítulo del paro, el presidente ha alabado el contenido y los resultados de la reforma laboral hasta el punto de asegurar que el Gobierno no se ha dejado «nada fundamental en el tintero». «Lo que importa es perseverar en el mismo rumbo y desarrollar al máximo las reformas en curso en la confianza de que, gracias a ello, lograremos crear empleo más pronto, de más calidad, y mejor preparado», ha dicho.

Sí que ha admitido sin embargo que persisten 5,5 millones de personas que buscan trabajo sin encontrarlo, «a las que es imposible satisfacer al ritmo que ellos necesitan». «Nadie puede sentirse satisfecho mientras no hayamos logrado que las tasas de parados rebajen el dramatismo con el que hoy reclaman nuestra atención», ha afirmado.

Pero dicho esto, el presidente ha defendido que su Gobierno ha protegido a los más vulnerables ante la crisis, poniendo «límites» que no ha estado «dispuesto a traspasar»: el mantenimiento de las pensiones y de las prestaciones por desempleo.

Para pagar ambos capítulos, Rajoy ha asegurado que su Gobierno ha tenido que tomar decisiones difíciles como subir impuestos, aunque también en este punto ha defendido que esa subida se ha aplicado con «progresividad», ha dicho. «El mérito es de los españoles porque toda España está cargando con el trabajo adicional de que nadie quede en la cuneta», ha añadido.

EL «NUEVO ROSTRO» DE ESPAÑA Al final de su discurso, Rajoy ha insistido en el optimismo porque se ha iniciado la recuperación y porque se está en el camino para «corregir todos los atrasos relativos» que «lastran» el desarrollo del país.

«Hemos hablado de grandes reformas en educación, en administración, en el empleo… Todas van a lograr que al salir de la crisis España se muestre al mundo con un nuevo rostro, rejuvenecido, como corresponde a un país que ha sabido fortalecer sus posibilidades, su dinamismo y su eficiencia», ha proclamado el presidente.

«Señorías, como he dicho al principio, no nos mueve ya la esperanza, sino la ambición», ha enfatizado. «España está en condiciones de volver a desplegar todo su dinamismo, su capacidad de iniciativa, su creatividad, porque es un país lleno de posibilidades, que rejuvenece sus estructuras y arroja el lastre que entorpecía su desarrollo y bloqueaba sus oportunidades», ha afirmado.

Rajoy ha cerrado su primera intervención en este Debate de política general insistiendo en lo logrado en dos años y en que esta «realidad» pone las bases para afrontar el resto de la legislatura.

«Tenemos, también, la garantía de que si hemos sido capaces de llegar hasta aquí en dos años, nada nos impedirá rematar nuestro propósito», ha dicho.

Antes de despedirse, sin embargo, ha vuelto a recordar a los 5,5 millones de parados. «Dependen de nuestro acierto, aguardan los resultados y nos impulsan a no descansar, ni decaer, ni distraernos hasta darles la respuesta que merecen», ha concluido.

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