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viernes, 19 abril 2024
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El final de ETA nutre a la industria de la «resolución de conflictos» con al menos una decena de fundaciones implicadas

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Una amalgama de grupos de hasta siete países han puesto el foco en el País Vasco pese al rechazo del Gobierno a su papel de mediación.

El final de ETA ha abierto la puerta en los últimos años a una amalgama de asociaciones, fundaciones y plataformas que han fijado su foco en el País Vasco y han puesto al descubierto la industria de la resolución de conflictos. Aunque útil en otros escenarios, en el caso español esta labor de mediación nació viciada al contar con el desprecio del Gobierno y por la escasa credibilidad de alguno de sus protagonistas. Pese a ello, las visitas de estos expertos internacionales se siguen sucediendo, en algunos casos a cambio de grandes sumas de dinero.

The Concilation Resources (Reino Unido), The Berghof Foundation (Alemania), The Dialogue Advisory Group (Holanda), The Peace Research Institute Oslo (Noruega), The Fundación Joseph Rowntry Charitable Trust (Reino Unido)… Estas son sólo algunas de la decena de fundaciones que han destinado fondos y contribuido en diversas iniciativas relacionadas con el final de la banda terrorista ETA.

La figura más representativa de estos mediadores internacionales es el abogado sudafricano Brian Currin, experto en la resolución de conflictos. Su gran éxito en el caso vasco fue lograr que 20 personalidades, entre ellas varios Premios Nobel de la Paz, reclamaran a ETA un «alto el fuego». No obstante, desde sus primeras declaraciones públicas hace ahora cuatro años ya empezó a generar recelos por su discurso a favor de la igualación de víctimas de ETA con víctimas de presuntos abusos policiales.

LOS CUAQUEROS QUE FINANCIAN A CURRIN

Pese a ser considerado un mediador de parte por el Gobierno, que nunca ha reconocido sus servicios, Currin no ha dejado de tener presencia en el final de ETA por lo que ha cobrado ya al menos 220.000 euros a través de diversos pagos realizados por la Fundación Joseph Rowntry Charitable Trust (JRCT), según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press. Se trata de una entidad filantrópica de inspiración cuaquera fundada por el creador de la famosa chocolatina Kit-Kat, que también ha destinado fondos a otros procesos de paz como el irlandés o el sudafricano.

Currin creó el llamado Grupo Internacional de Contacto (CIC) para fomentar el diálogo entre los partidos políticos y la izquierda abertzale (entonces ilegalizada). La GIC la forman otros cinco mediadores de varios países. Realizan visitas periódicas al País Vasco, la última este mismo fin de semana, aunque Currin ha pasado a tener un papel más secundario en el último año en favor de los verificadores.

La Comisión de Verificación Internacional está formada por otros seis expertos en resolución de conflictos y encabezados por Ram Manikkalingam, de Sri Lanka. En su declaración ante la Audiencia Nacional reconocieron que cobran 750 euros por jornada de trabajo y que el dinero procedía de un colectivo que responde a las siglas DAG. Se trata del Dialogue Advisory Group con sede en Amsterdam (Holanda) y en el que el propio Manikkalingam figura como director. También han realizado servicios en otros países como Iraq, el Congo, Sri Lanka o Irlanda del Norte.

Otras de las plataformas clave a la hora de poner en marcha iniciativas internacionales para acompañar el final de ETA es Lokarri, en este caso del País Vasco. Lokarri fue la encargada de organizar la Conferencia Internacional de Paz de Aiete que dio paso al comunicado del cese definitivo de la violencia por parte de ETA.

Aquella cita contó con la presencia de multitud de invitados, tanto del ámbito político, social y económico así como respetadas personalidades como el ex secretario general de la ONU Kofi Annan o el ex jefe de Gabinete de Tony Blair, Jonathan Powell, quien esta semana ha vuelto a visitar el País Vasco. El coordinador general de Lokarri, Paul Ríos, explicó a Europa Press que tan sólo sufragó los gastos logísticos del acto y la estancia del Grupo Internacional de Contacto de Currin.

Asimismo aclaró que Lokarri no destinó ninguna cantidad económica para la participación o la estancia de la delegación de los líderes internacionales encabezados por Kofi Annan. Según apuntó Ríos, son sus respectivas fundaciones o partidos políticos las que en estos casos actúan como fuente de financiación.

50.000 EUROS PARA LA CONFERENCIA DE AIETE

El presupuesto para la organización de la Conferencia de Aiete ascendió al menos a 50.000 euros que cubrieron lo referente a los gastos logísticos como el catering, los traductores o la habilitación de espacios para la prensa, entre otros recursos. Pero en aquella ocasión Lokarri no corrió sola con los gastos. También contribuyeron otras fundaciones como The Berghof Foundation, Conciliation Resources, The Desmond and Leah Tutu Legacy Foundation (fundada por el Nobel de la Paz Desmond Tutu) y Noref, institución ligada al Ministerio de Exteriores Noruego.

El nombre de The Berghof Foundation, Conciliation Resources ha vuelto a aparecer ligado este fin de semana al final de ETA ya que son dos de las fundaciones que han participado en el denominado Foro por la Paz organizado en Bayona (Francia) por Lokarri y la asociación Bake Bidea. Esta última plataforma, del sur de Francia, también tiene por objeto «el impulso del proceso de paz» y ya ha colaborado en el pasado con Lokarri, por ejemplo, en la celebración del llamado Foro Social que dio pie a un documento de doce recomendaciones dirigidas a ETA y al Gobierno.

Este fin de semana en Bayona se han vuelto a dar cita Currin y su grupo de contacto Internacional además de otra plataforma, en este caso francesa, llamada Fundación Varenne. Según el programa, esta fundación busca la «promoción de las buenas prácticas en la prensa y la comunicación para fomentar el acceso de los jóvenes a la información libre así como el periodismo de negocios y la comunicación, y participar en la investigación intelectual y la difusión del conocimiento».

En cuanto a Conciliation Resources «trabaja a nivel internacional para prevenir los conflictos violentos, promover la justicia y construir una paz duradera en las sociedades desgarradas por la guerra». Por su parte, la alemana Berghof Foundation «ha dedicado desde hace casi 40 años recursos filantrópicos para alimentar una tradición académica en estudios sobre paz y conflictos».

SORTU, INVITADA CON FONDOS DEL GOBIERNO NORUEGO

Como éstas, existen otras que también han puesto su foco sobre el final de ETA como es el caso de The Peace Research Institute Oslo (PRIO). Según informó Europa Press, esta fundación puso en marcha el año pasado un proyecto denominado ‘Soberanías imaginadas: Fronteras de Estado y Globalización’ que, entre otras actividades, contaba con un seminario sobre el «conflicto vasco».

Para esta iniciativa fue invitado como ponente el responsable del Departamento de Relaciones Internacionales de Sortu Gorka Elejebarrieta. También fue invitado el coordinador general de Lokarri. En este caso, la iniciativa estuvo financiada por el Consejo de Investigación de Noruega dependiente del Ejecutivo nórdico.

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