El primer secretario del PSC, Pere Navarro, se ha mostrado este jueves contrario a que las balanzas fiscales sean «un elemento decisivo» a la hora de tomar una resolución sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, y ha sostenido que deben ser orientativas.
En una entrevista en TVE recogida por Europa Press, ha censurado que se utilice este cálculo académico como «un arma arrojadiza» entre autonomías, después de la polémica abierta por el cálculo difundido por Extremadura que la Generalitat ya ha rechazado.
El dirigente socialista ha sostenido que los cuatro métodos de cálculo –flujo, monetario y carga beneficio, ya sean neutralizados o sin neutralizar– ofrecen resultados dispares, por lo que deben usarse solo como método orientativo.
«No deben ser un elemento decisivo a la hora de tomar una resolución», ha esgrimido Navarro, que ha recordado que dentro de la reforma federal que impulsan los socialistas hay una propuesta de financiación basado, ha dicho, en la justicia y la solidaridad.
La propuesta de los socialistas busca mantener la solidaridad interterritorial para garantizar el desarrollo del Estado del Bienestar en todas las autonomías sin que las regiones que más aportan salgan perjudicadas por ello.
EVITAR LA «FRUSTRACIÓN»
Sobre qué sucederá si el 9 de noviembre no hay una consulta de autodeterminación en Catalunya, Navarro ha lamentado que ni siquiera los que impulsan el proceso soberanista lo saben, y ha llamado a CiU y PP a ponerse a trabajar para solucionar el debate territorial.
«Espero que podamos evitar antes que el 9 de noviembre sea una fecha de gran frustración para todos», ha subrayado Navarro, que ha insistido en que todavía hay tiempo para encontrar una solución si ambos Ejecutivos dialogan.
El primer secretario del PSC ha considerado que algunos sectores del independentismo actúan como «un cierto movimiento populista» al presentar la secesión como una solución fácil y fijar en el Estado un enemigo claro.
Ha insistido en que la alianza entre el exconseller del PSC Ernest Maragall y ERC –que ha considerado «rara, pero legítima»– clarifica las cosas y reafirma al PSC como el único partido catalanista, federalista y de izquierdas.