El diputado de IU Gaspar Llamazares ha acusado este miércoles en Gijón al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro de pasar «la pelota» de la Reforma Fiscal a las comunidades autónomas, con referencia a que el Gobierno central reconozca que parte del éxito de esta va a depender de las decisiones que adopten las autonomías al respecto.
«Es un regalo para ricos y un engaño electoral», y de ahí que ahora trate de echar encima de las comunidades autónomas, según el diputado, la reponsabilidad de la reforma fiscal, que ha tildado de «puramente maquillaje electoral». De hecho, la ha considerado una campaña de imagen que tiene «escasa credibilidad» al entrar en vigor en pleno año electoral.
Así lo ha indicado en rueda de prensa durante su visita a la 58 Feria Internacional de Muestras de Asturias, en la que ha incidido en que esto, a su juicio, es un reconocimiento por parte de Montoro de que no tiene alternativa fiscal. A esto ha unido que la reforma del Gobierno deja en «gran debilidad al Estado Social», al tiempo que ha augurado un nuevo recorte social en España.
Por otro lado, y a preguntas de los periodistas sobre la propuesta socialista de crear un subsidio de 426 euros para parados sin prestaciones, se ha congratulado de que el PSOE haya rectificado en este asunto. «Me alegro de que vuelva sobre sus pasos y reconozca la necesidad», ha resaltado, al tiempo que ha defendido la propuesta de IU de renta básica ciudadana que garantice la subsistencia y la necesidad de una política de empleo.
Unido a ello, ha reclamado al Gobierno la toma de decisiones urgentes y negociadas con los agentes sociales. En este sentido, ha llamado la atención sobre que no se puede esperar hasta octubre con 2,2 millones de personas sin ninguna prestación, a lo que ha instado al Gobierno a adoptar medidas de protección social».
Preguntado por la situación de la fábrica de armas de Santa Bárbara en Asturias, ha acusado al Ejecutivo nacional de estar «escurriendo el bulto», primero de los acuerdos del Gobierno anterior y la empresa y luego también de su propia responsabilidad.
Asimismo, ha reprochado al Gobierno central que no está cumpliendo con una política industrial activa ni con Asturias. A este respecto, ha considerado que si el ministro de Industria, José Manuel Soria, no deja de ser el representante de las eléctricas y empieza a serlo de la política industrial del país, será, a su juicio, «muy complicado» para las comunidades autónomas y en particular las industriales.
Llamazares, en este tema, ha exigido al Gobierno que se tome en serio la política industrial y ha recalcado que la muestra «mas clara» de su falta de compromiso en esta materia es la planta gijonesa de Tenneco, en la que fueron los trabajadores quienes consiguieron su reapertura.