Una exempleada del Instituto Nóos ha manifestado que, durante el tiempo en que estuvo trabajando en la entidad, era Diego Torres quien llevaba «la voz cantante», si bien ha recordado que «yo era joven y la labor que hacía, a nivel de becaria, no era de tanta relevancia como para plantearme lo que sucedía. Todo lo que había alrededor se me escapaba».
Así lo ha puesto de manifiesto la testigo, Mercè García, durante su declaración en el juicio del caso Nóos, en el que a preguntas de la fiscal anticorrupción Ana Lamas ha recordado que su trabajo consistía en rellenar bases de datos de los participantes en los distintos congresos organizados por el Instituto en Palma y Valencia, a cuya preparación también ayudaba.
Según ha señalado la testigo, quien ha sido interrogada por videoconferencia desde Estados Unidos, recuerda haber tratado con Torres e Iñaki Urdangarin, además de otros empleados como Maite Zazo, que era quien le hacía los encargos, Ana María Tejeiro -mujer de Torres-, Mario Sorribas y Marco Antonio Tejeiro -excontable de Nóos-, que son las personas con las que tenía «más contacto».
Según ha recalcado, las cuestiones a las que se dedicaba eran «muy básicas» y cada mes le hacían una transferencia a su cuenta corriente de unos 400 euros. Asimismo, ha señalado que viajó en varias ocasiones a Palma y Valencia con motivo de los foros, traslados de cuyo coste se encargaba el Instituto.
Por su parte, el abogado de Torres le ha enumerado los nombres de varios de los empleados que estaban contratados en el Instituto, como Antonio Ballabriga, Xavier Pujol, Juan Pablo Molinero y Francisco José Larrey, trabajadores a quienes, ha recordado, «veía a diario. Yo diría que trabajaban», ha señalado en contra de la tesis de que únicamente estuvieran dados da alta para justificar la actividad de Nóos.
EL JUICIO SE REANUDARÁ EL PRÓXIMO MARTES
Tras la declaración de la testigo, el tribunal ha puesto fin a la sesión de este viernes pasadas las 16.45 horas. El juicio proseguirá el próximo martes, cuando se reanudará la comparecencia del exasesor fiscal del Instituto Miguel Tejeiro, tras ser suspendida hoy junto a los interrogatorios del notario que intervino en la constitución de la empresa Aizoon -propiedad de la Infanta Cristina y Urdangarin- Carlos Masià y del supuesto testarferro del exduque Mario Sorribas.
Respecto a Tejeiro, las magistradas han reiterado que no podrá aportar datos privados cuya revelacion «atente contra honor y la intimidad personal o familiar» de Urdangarin y de Torres por haberles asesorado en su día, o datos confidenciales de los mismos. Sí podrá declarar, por el contrario, sobre informaciones de contenido patrimonial*.
Esta circunstancia ha generado discrepancias durante la sesión de este viernes, al denunciar el fiscal Pedro Horrach las «coacciones» que están ejerciendo las defensas de la Infanta, Urdangarin y Torres con el objetivo de que Miguel Tejeiro, bajo el pretexto de estar amparado por el secreto profesional, no pueda declarar sobre las cuestiones más delicadas -y que podrían ser clave- que afectan a sus clientes.
El hecho de que Tejeiro dudara este jueves, sesión en la que arrancó su interrogatorio, sobre qué aspectos responder y se negara así a dar información sobre determinadas circunstancias -entre ellas, si Urdangarin y Torres desviaron al extranjero los fondos que obtuvieron de forma presuntamente irregular de las Administraciones públicas-, ha llevado al fiscal a recriminar que la declaración «está siendo totalmente coaccionada en base a un puro fraude procesal».
De hecho, ha incidido en que lo planteado por las defensas «es un abuso procesal», después de que tanto Urdangarin como Torres, en la declaración que prestaron como acusados, descargaran «toda la responsabilidad sobre el testigo». «Es una contradicción usar la vía del secreto profesional», ha espetado. El retraso y las continuas interrupciones de la vista oral están impidiendo que ésta continúe al ritmo previsto.
Cabe señalar que también han quedado suspendidas el resto de declaraciones que había previstas para este viernes ante el retraso que acumula la vista oral, y ha acordado aplazarlas al miércoles 16, excepto la del exvicepresidente primero del Gobierno Rodrigo Rato, para quien aún no hay nueva fecha. Del mismo modo, otras personas han comunicado que no podrán comparecer ese miércoles, por lo que quedan pendientes de contestación por parte del tribunal.