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sábado, 20 abril 2024
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Exconsejera asturiana cesa a Renedo porque no le gustaba su forma de trabajar pero no sospechó irregularidades

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La exconsejera de Cultura del Principado desde junio de 2007 a noviembre de 2008, Encarnación Rodríguez Cañas, ha declarado este miércoles como testigo en el juicio del Caso Marea y ha manifestado que «cesó a Marta Renedo porque la consideraba poco rigurosa y poco eficiente», pero en ningún momento tuvo sospecha alguna de que estuviese cometiendo irregularidades.

Rodríguez Cañas, que ha declarado por videoconferencia, ha explicado que conocía a la funcionaria Renedo porque había trabajado con ella durante los cuatro años que ella era gerente de la OSPA. «Cuando la llamaba nunca estaca y cuando le pedíamos aclarar algo no os lo aclaraba. No me gustaba como trabajaba y no me parecía la persona adecuada para su puesto y no quería que siguiese conmigo», ha dicho la ex consejera que ha indicado que por eso dictó su cese el 3 de agosto, poco después de tomar posesión como consejera.

La exconsejera ha abierto las declaraciones de este miércoles, una jornada en la que también comparecerán como testigos el exdirector general, Carlos Madera y la también exconsejera, Ana Rosa Migoya, entre otros.

Ha negado tener animadversión por Marta Renedo y así mismo ha asegurado que la cesó ella y en ningún caso fue la acusada la que se fue «para irse con Ana Rosa Migoya» a la consejería de Administraciones Públicas.

Preguntada por el expediente del centro de Belén de la Montaña, uno de los incluidos en la causa, la ex consejera ha manifestado que lo desconocía hasta que saltó el caso de irregularidades. Ha dicho que ni siquiera conocía ese nombre, ni su predecesora en el cargo, Ana Rosa Migoya, le había hablado del mismo y ha explicado que una vez examinado el mismo parecía claro que «no se sostenía por ningún lado».

Así ha indicado que los conformes de facturas firmadas por Renedo eran de fecha del 14 de agosto, cuando la exfuncionaria «estaba cesada desde el día 3 y su servicio ya ni siquiera existía». «Esta persona estaba cesada del 3 de agosto y una persona que actúa con normalidad no firmaría un conforme en facturas sabiendo que ya no es Jefa de Servicio y que su servicio ni siquiera existe. Qué interés puede tener en ello», ha manifestado la exconsejera.

Ha manifestado además que «si alguien tenía la intención de engañar, falsificar o malversar la fecha para las firmas estaban muy bien elegidas por varias cuestiones, ya que el día 14 de agosto, cuando confluyen todas las firmas -incluida la de la propia Rodríguez Cañas falsificada– parte del equipo de la consejería estaba de vacaciones».

La ex consejera ha manifestado desconocer todo lo relativo a las obras y el mobiliario servido en la biblioteca de El Fontán y ha negado que equipamientos se facturasen a destiempo o se entregasen en otro lugar, es decir, ha negado la modificación de facturas.

Tampoco conocía, según ha manifestado, que se contratase a personas para trabajar en el Principado a través de la empresa ASAC y que las mismas estuviesen relacionadas con personal de la consejería de Cultura.

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