Tilda a Jorge Fernández de «antisistema» y lamenta que no comparezca en el Congreso.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha criticado este miércoles que el juez haya enviado a juicio al expresidente Artur Mas y a las exconselleras Joana Ortega y Irene Rigau por haber organizado el proceso participativo del 9 de noviembre.
«Tenemos que irnos lo antes posible. Ante un Estado así no podemos durar demasiado más», ha expuesto en la sesión de control al Govern en el Parlament, donde ha concluido que esta decisión de la justicia justifica la independencia de Catalunya.
Puigdemont también ha afirmado que la decisión de la justicia evidencia «la baja calidad democrática» del Estado, y ha apostado por seguir con el proceso soberanista para crear un Estado catalán que sea ejemplar.
El presidente ha criticado también las polémicas conversaciones entre el ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y el director de la Oficina Antifrau de Catalunya (Oac), Daniel de Alfonso, y lo ha considerado «un de los escándalos más graves de la democracia».
Puigdemont ha presentado al Govern y a CDC como «víctimas de las cloacas del Estado», y ha censurado que el ministro y el director trataron de perseguir y destruir a rivales políticos, lo que ve propio de otra época que no es la actual.
El presidente catalán ha pedido crear un Estado catalán en el que «no sea posible que un ministro de interior persiga a adversarios políticos y se olvide de que está al servicio del bien común», y ha lamentado que aún esté en el cargo.
PAGAR A CONFIDENTES
«Se ha pagado a confidentes y sobre esta basura se ha buscado sacar rédito político. Trias fue acusado falsamente y alguien sobre estas acusaciones nos acusó de mafiosos», ha criticado Puigdemont.
El presidente catalán también ha tildado de «antisistema» al ministro en funciones, y ha lamentado que la Mesa de la Diputación Permanente del Congreso decidiera este martes rechazar la comparecencia de Fernández Díaz sobre este tema.