Su propósito para las elecciones municipales y autonómicas no es tanto concurrir en muchos municipios como presentar «buenos equipos».
Ciudadanos asegura que dispone de mecanismos dentro del partido para detectar a posibles «arribistas y trepas» que, lejos de estar interesados en el proyecto de la formación naranja, solo busquen entrar en las listas para las elecciones municipales y autonómicas de 2019 con el fin de conseguir un cargo público.
Fuentes de la Secretaría de Organización han explicado a Europa Press que uno de los elementos que posibilita un mayor control interno es que Ciudadanos cuenta ahora con una estructura orgánica más madura, tal como se diseñó en la Asamblea General celebrada en febrero de 2017.
A su juicio, esto supone una mejora respecto a la situación en la que se encontraba el partido presidido por Albert Rivera en las municipales y autonómicas de 2015: tan solo un año y medio después de haber iniciado su expansión nacional y con unos 21.500 afiliados, se lanzó a presentar a cerca de 20.000 candidatos.
«En 2015 hicimos un crecimiento exprés, como pudimos. Ahora tenemos una estructura consolidada», han manifestado las fuentes. Desde entonces, Ciudadanos ha sufrido la fuga de decenas de cargos públicos que han dejado el partido o han sido expulsados pero se han quedado con el puesto de concejal o diputado.
De acuerdo con los Estatutos aprobados en el congreso de 2017, Cs se organiza como un sistema piramidal en varios niveles –agrupaciones, comités territoriales, comités provinciales o insulares y comités autonómicos–, donde los de rango superior tienen la posibilidad de supervisar el nivel inmediatamente inferior.
Así, en los comités autonómicos, que se renovaron entre junio y octubre del año pasado (solo falta el del País Vasco), la Ejecutiva nacional es la que nombra al portavoz y a un máximo de cinco secretarios encargados de distintas áreas.
LAS PRIMARIAS COMO FILTRO
En la Secretaría de Organización sostienen asimismo que el voto de los afiliados en las primarias puede ser un filtro para dejar fuera de las candidaturas electorales a aquellas personas que pudieran haber entrado en el partido movidas únicamente por su interés particular.
Además, para poder presentarse a las primarias se requiere una antigüedad en el partido de al menos nueve meses, y de seis meses para poder votar. De todos modos, el primer filtro se aplica en el momento de la afiliación, ya que la formación naranja se reserva un periodo de seis meses para decidir si rechaza o ratifica como militante a cualquier persona que solicite serlo.
Otro factor que podría facilitar un mayor control de las candidaturas electorales en 2019 es la restricción del ámbito de las primarias ya que, por ejemplo, ahora los militantes escogerán solo a los cabezas de lista, mientras que antes podían elegir quiénes iban a ocupar los cinco primeros puestos. De este modo, el Comité Ejecutivo tiene ahora más poder de decisión sobre la composición de las candidaturas, que se formarán seguramente a principios de ese mismo año.
En cualquier caso, las fuentes consultadas han señalado que son muchas las personas que se están acercando a Ciudadanos con una voluntad sincera de colaborar en el proyecto. «Vemos gente sin pasado político, gente que simplemente está agradecida por la labor que hace Cs y que no quiere un cargo», han comentado.
CRECIMIENTO DE LA AFILIACIÓN
Según afirmó recientemente el secretario de Organización, Fran Hervías, tras reunirse en Madrid con los secretarios de Organización autonómicos, la formación ha ganado unos 5.000 afiliados desde octubre y tiene ahora más de 24.000 en toda España. Además, cuenta con 856 agrupaciones.
En aquel encuentro, donde se abordaron los planes de expansión previstos en cada comunidad y se planificó el trabajo de cara a las próximas citas con las urnas, Hervías aseguró que Cs está preparado para gobernar: «Tenemos líderes, equipo, proyecto y el mejor aval, que es la confianza de los españoles que valoran nuestro trabajo en las instituciones».
Para el partido de Rivera, que en 2015 concurrió a los comicios en las 14 comunidades donde se convocaron y en 970 municipios, lo más importante de cara a 2019 no es tanto presentar muchas candidaturas como que las que se presenten tengan «buenos equipos».
Con ese fin, Ciudadanos continúa formando a sus cargos públicos y orgánicos y a sus afiliados, organizando cursos sobre diferentes materias en función de las necesidades de cada lugar. Desde el funcionamiento de la administración local y de los parlamentos hasta la comunicación y las redes sociales, pasando por la gestión de grupos humanos, la detección de talento, ‘coaching’, gestión de crisis o presupuestos.
Según la Secretaría de Organización, tampoco se fijan objetivos numéricos en cuanto a las alcaldías que querrían conseguir. Lo que se proponen es aumentar su representación en el ámbito local –ahora gobiernan en más de 50 municipios, de los cuales el más poblado es Arroyomolinos (Madrid)– y entrar en aquellos parlamentos autonómicos donde no obtuvieron ningún escaño en 2015, que son los de Canarias, Castilla-La Mancha y Navarra.
Respecto a las zonas rurales, una de las asignaturas pendientes de Ciudadanos para poder consolidar su crecimiento, las fuentes han indicado que también allí está aumentando la afiliación. Igualmente, han apuntado que el sector en el que más crece Cs en las encuestas electorales es el de las personas de entre 50 y 60 años, algo que atribuyen a la «coherencia en el mensaje» del partido, que les «da tranquilidad».