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jueves, 18 abril 2024
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Urkullu considera que ETA ha dejado a la izquierda abertzale «la tarea de asumir el daño injusto causado»

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Cree que el grupo de trabajo sobre presos «puede servir de colchón a Rajoy frente a la presión de la opinión pública».

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha considerado que tras su disolución ETA ha dejado a la izquierda abertzale la tarea de asumir «el daño injusto causado». «El ejercicio de autocrítica es la mochila pesada que le ha dejado», incide.

En sendas entrevistas publicadas por El Correo y Deia, recogidas por Europa Press, el presidente vasco señala, además, que no va a «aplaudir el final de ETA y agradecérselo si nunca debió existir» y advierte de que «la teoría del conflicto es una distorsión de la realidad».

Tras reconocer que en los últimos días ha hablado con el expresidente Rodríguez Zapatero, el exministro Pérez Rubalcaba, el presidente, Mariano Rajoy, el expresidente del PNV Josu Jon Imaz, y con el socialista Jesús Eguiguren, Urkullu dice estar «decepcionado» porque «se ha perdido una ocasión por parte de ETA de hacer un reconocimiento del daño injusto causado, e intentó lavar la cara del comunicado en el que hacía una selección de víctimas».

Cuestionado por su ausencia en el acto de Kanbo, afirma que «no debía estar», aunque recuerda que sí acudió a Aiete, pero lo hizo como presidente del PNV, «y en aquel momento ofrecíamos una pista de aterrizaje a lo que tres días más tarde iba a ser el comunicado de cese definitivo de la acción violenta de ETA, en un proceso en el que estaba implicado el Gobierno de Zapatero».

«En esta ocasión, se han invertido los factores: el comunicado de ETA fue el día anterior a Kanbo. El comunicado es el que marca el final, no el acto de Kanbo», indica, para añadir que en la localidad vascofrancesa no había miembros de ETA con riesgo de ser detenidos, «por lo que lo lógico, como en Aiete, hubiera sido celebrar el acto en la Comunidad Autónoma Vasca».

De este modo, cree que lo importante «no fue Kanbo», sino el comunicado de la disolución y partir de ahí, hubo un «propósito de internacionalización». «Siempre lo han intentado ETA y la izquierda abertzale», advierte, para añadir que supone una «distorsión de la realidad» que se insistiera en la teoría del conflicto.

Asimismo, y en referencia a un reconocimiento del daño causado, considera que es «la mochila pesada que le ha dejado ETA como carga a la izquierda abertzale».

«El ejercicio autocrítico lo tenemos que hacer todos, pero algunos nos hemos significado de manera insistente en pedir perdón públicamente. No lo ha hecho ETA en la medida en que lo tenía que haber hecho. Esta es una carga que le queda a la izquierda abertzale, que ha justificado la práctica de la violencia», añade.

A su juicio, sigue estando pendiente la construcción de «una memoria basada en los principios éticos y en la dignidad de las víctimas». «Siempre hemos apelado a que, bien ETA, o bien el conjunto de la izquierda abertzale en la que se disuelve ETA en este momento, tienen una tarea pendiente, que es la del reconocimiento del daño injusto causado. Deben aligerar y vaciar la mochila», reitera.

Urkullu recuerda que en el Parlamento vasco existe una ponencia de Memoria, y hay «lugar y opción para que, una vez desaparecida ETA, la izquierda abertzale dé ese paso».

En esta línea, advierte de que la justicia ha de seguir su camino por lo que «no pueden quedar impunes casos pendientes de ser esclarecidos y reconocidos».

«Eso es tanto como afrentar el derecho que tienen las víctimas a la reparación mediante el reconocimiento por vía judicial de la causa que les ha amputado una parte de su familia», expresa.

POLÍTICA PENITENCIARIA

Cuestionado por el grupo de trabajo sobre política penitenciaria que plantea al Gobierno español, Urkullu destaca que se plantea que, «partiendo de consensos parlamentarios, pueda servir de mayor colchón si el presidente del Gobierno español hasta ahora no ha sentido un colchón suficiente por las dinámicas que vive el propio PP, la presión de la opinión pública en el resto del Estado español, y por la circunstancia que espero que sea coyuntural de la presión política de alguna formación».

«Que tenga un colchón en un grupo de trabajo de aquellos ámbitos donde esto se vive de una manera diferente. Podríamos hacer todos pedagogía en el Estado para una gestión diferente de la política penitenciaria, partiendo de una premisa: tenemos un compromiso absoluto con la memoria de las víctimas del terrorismo y, para una convivencia profunda, a partir de la disolución de ETA se abre una oportunidad para clarificar la intoxicación en relación a que acercamiento no es agrupación en una cárcel ni amnistía, ni modificar la ley vigente», argumenta.

Urkullu, que afirma que Mariano Rajoy ha sido «receptivo a todas las reflexiones que le he planteado en los últimos años», resalta que tiene «una esperanza fundamentada en que esa sensibilidad que he apreciado, aunque no sea de manera ostensible, tenga recorrido».

En este contexto, y en referencia a una posible transferencia de prisiones, recuerda que la competencia de la legislación penitenciaria «corresponde al Estado», pero es «muy importante el criterio que adopten las Juntas de Tratamiento de las propias cárceles, además del juez de vigilancia penitenciaria».

«En el caso de que los centros penitenciarios fueran transferidos, las Juntas de Tratamiento podrían hacer otras valoraciones diferentes a las que ahora pueden hacer, sin necesidad de cambiar la legislación penitenciaria, de la que solo es competente el Gobierno de España», matiza.

En referencia a una futura reunión con Mariano Rajoy, afirma estar «a la espera de la agenda del presidente». «Disposición tengo desde el minuto cero. La interlocución ya está abierta y se gestiona de manera discreta, como debe ser. Pero hay que profundizar en esa relación y llegar a compromisos», defiende.

DERECHO A DECIDIR

Preguntado por si ha contaminado ETA el derecho a decidir al reivindicarlo en su comunicado final, reconoce que no le ha gustado nada. «El derecho a decidir, que no existe como principio jurídico, es un principio democrático. Que ETA haga valoraciones políticas sobre cómo debe construirse el futuro no me gusta», lamenta.

Asimismo, cree que el derecho a decidir necesita una «reorientación porque ya se ejercita de manera permanente cuando se convocan elecciones».

«Por eso habrá que hablar de consultas que aborden el ámbito de relación entre la Comunidad Autónoma Vasca y el Estado español. Siempre de una manera legal y pactada. Necesita ser explicado y matizado», finaliza.

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