La antigua provincia serbia, a la que no reconoce, solicitó esta semana su adhesión.
El Gobierno español ha optado por no significarse aún sobre si respaldará la entrada de Kosovo, entidad a la que no reconoce como independiente, en el Consejo de Europa después de que la antigua provincia serbia haya presentado esta misma semana su solicitud de adhesión.
Fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press se han limitado a constatar que se ha registrado la solicitud de ingreso de Kosovo, presentada el 12 de mayo, y que ésta deberá seguir ahora los trámites pertinentes.
«La decisión no es inminente», subrayan las fuentes, de ahí el que por ahora prefieran manifestar el respeto del Gobierno español por el procedimiento y no aclarar en qué sentido se votará cuando llegue el momento. «España se pronunciará cuando se someta a votación, tras los dictámenes y debates preceptivos», recalcan.
La entrada de un nuevo miembro en el Consejo de Europa está claramente estipulada en su Estatuto. En primer lugar el país solicitante, en este caso Kosovo, «debe aceptar los principios del Estado de derecho» y respetar los Derechos Humanos y libertades fundamenales de sus ciudadanos.
De ser así, «puede ser invitado a convertirse en miembro del Consejo de Europa por el Comité de Ministros», el máximo órgano político. No obstante, antes de que esto ocurra el Comité de Ministros tiene que consultar a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), la cual debe emitir su opinión favorable.
MONTENEGRO, EL ÚLTIMO EJEMPLO
El último país que entró en el Consejo de Europa fue Montenegro, en 2007. Podgorica presentó su solicitud en junio de 2006 y, tras la opinión favorable de la Asamblea Parlamentaria en abril de 2007, su entrada efectiva se produjo el 11 de mayo de ese año tras ser validada por el Comité de Ministros. Antes de que la APCE se pronunciara a favor se encargó a dos expertos legales la elaboración de un informe para comprobar que Montenegro cumplía con los requisitos exigidos.
La clave, no obstante, está en los votos necesarios para que el Comité de Ministros dé su visto bueno. El Consejo de Europa está compuesto actualmente por 46 países, tras la salida reciente de Rusia, y hace falta una mayoría de dos tercios de los votos, que sería pues de 31 países.
Kosovo proclamó su independencia unilateral de Serbia el 17 de febrero de 2008 y desde ese momento 117 países le han reconocido como tal –según sostiene el Ministerio de Exteriores kosovar en su web–, entre los que no se encuentra España. Entre ellos sí están precisamente 34 de los miembros del Consejo de Europa, por lo que a priori Prístina tendría votos suficientes para lograr su entrada.
PAÍSES QUE NO RECONOCEN A KOSOVO
Además de España, hay otros cuatro países de la Unión Europea que, por distintos motivos, tampoco han reconocido la independencia de Kosovo: Chipre, Grecia, Eslovaquia y Rumanía. Estos países también son miembro del Consejo de Europa, por lo que se encuentran en la misma tesitura del Gobierno español de cara a la votación.
A ellos hay que añadir evidentemente a Serbia, que también es miembro del Consejo de Europa y que ya ha dejado claro tras conocer la noticia de la solicitud su rechazo. La lista de estados miembros que no reconocen a Kosovo la completan Armenia, Azerbaiyán, Bosnia, Georgia, Moldavia y Ucrania.
Desde su independencia, Kosovo ha conseguido entrar a formar parte de varias organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Comité Olímpico Internacional (COI), pero sigue sin ser miembro de la ONU porque aunque Estados Unidos, Francia y Reino Unido sí que le reconocen, Rusia y China no lo hacen y tienen poder de veto.
Kosovo fracasó en 2015 en su intento de entrar en la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) al no conseguir obtener la mayoría de dos tercios de los votos a su favor. Su solicitud recibió el respaldo de 92 países, frente a los 95 votos necesarios, mientras que 50 países votaron en contra, entre ellos España, y 29 se abstuvieron.