La Consellería do Medio Rural ha desactivado la alerta por proximidad del fuego a núcleos habitados en el incendio forestal que afecta desde la tarde de este lunes a la parroquia de Meira, en Moaña (Pontevedra). Esta medida de prevención continúa vigente en un incendio declarado en Ponteareas (Pontevedra) que afecta a la parroquia de Guillade.
La decisión de desactivar la denominada ‘Situación 2’ ha sido trasladada por la Xunta a través de la cuenta de Twitter ‘@incendios085’ minutos antes de las 21,00 horas.
La cercanía de las llamas a los núcleos de Moureira y Ribeira obligó a decretar esta medida de alerta poco después del inicio del incendio, declarado a las 16,30 horas.
Además, el fuego también provocó el corte de la circulación en la autovía de O Morrazo, donde el tráfico fue restablecido pasadas las 19,00 horas de este lunes. Las primeras estimaciones cifran en 16 las hectáreas afectadas.
Para controlar este incendio han sido movilizados los siguientes efectivos (acumulados), según los últimos datos facilitados por Medio Rural: 5 agentes, 15 brigadas, 11 motobombas, 8 aviones y 5 helicópteros.
CONTINÚA ACTIVA EN PONTEAREAS
Por contra, esta medida preventiva permanece activa en el incendio declarado también este lunes en Ponteareas y que afecta, según una primera estimación de Medio Rural, a 20 hectáreas, en una zona próxima al núcleo de Reimonde, en la parroquia de Guillade.
En este caso, fueron movilizados un técnico, 4 agentes, 10 brigadas, 5 motobombas, 2 palas, 4 aviones y 3 helicópteros.
El conselleiro se ha desplazado también a este municipio, y ha explicado que los medios aéreos y terrestres siguen trabajando, aunque tal y como están evolucionando las cosas no se prevé que las llamas lleguen a las zonas habitadas.
La regidora municipal de Ponteareas, Cristina Fernández Davila, ha señalado que «de momento no ha habido que desalojar a nadie, pero el fuego llegó muy cerca, al límite de las viviendas».
Asimismo, explicó que el Ayuntamiento también está contribuyendo con sus medios a la extinción de las llamas (y preparando más cuadrillas por si fueran necesarias), al igual que los vecinos, que con motobombas y mangueras han estado mojando el entorno de las viviendas.