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martes, 21 mayo 2024
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Borrell trata de rebatir en Ginebra las «mentiras» del independentismo

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El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha afirmado este martes en Ginebra que los independentistas catalanes han «mentido durante años» y ha tratado de desmontar algunos mitos, como que la Guerra Civil española enfrentó a Cataluña con una España franquista o que sea, también, franquista el Tribunal Supremo que juzga a los responsables del ‘procés’.

«Un poco de piedad y de honestidad con la gente que sufrió el franquismo», ha subrayado el ministró, recordando que el dictador ordenó fusilamientos hasta poco antes de morir.

«Bajo el franquismo, los que hoy están declarando ante el Tribunal Supremo no pasearían saludando a sus partidarios como estrellas de rock», ha advertido.

Pese a constatar -como Einstein, ha dicho- que «desintegrar un prejuicio es más difícil que desintegrar un átomo», ha dedicado tiempo a rebatir lo que ha calificado de «mentiras» y manipulaciones» del independentismo ante las que, ha dicho, «nadie ha reaccionado para verificar si era verdadero o falso».

En una conferencia en el Club de Prensa de Ginebra, ha defendido que España no es «un caso raro» porque su Constitución no permita un referéndum de secesión. Es más, ha recordado que las Cortes Constitucionales (o Supremas) de Alemania, Italia o Estados Unidos tampoco los han permitido. Si el Véneto italiano no hubiera acatado la orden del Tribunal, ha aventurado, estarían como en Cataluña.

También ha rechazado la idea de un mediador entre el Gobierno catalán y el de la Generalitat. Otra cosa, ha dicho, es que el diálogo entre partidos se organice como estos lo estimen y haya una persona que haga la labor que consideren.

Borrell ha explicado que el independentismo catalán quiere un mediador internacional para internacionalizar el conflicto y presentarse al mundo al nivel de España, y al mismo tiempo dar idea de una situación «muy degradada».

Pero tampoco le he sentido a un mediador de procedencia nacional «de gobierno a gobierno»: «Sería reconocer que el diálogo es imposible, y el diálogo es perfectamente posible si se quiere dialogar».

Pese a insistir en que el problema es sobre todo entre catalanes, y no entre Cataluña y España, ha reconocido que tiene raíces históricas. Borrell ha retratado a España como «mal cocinada en el horno de la historia», un país que en el último siglo y medio solo ha tenido contiendas civiles, no un enemigo común que uniera a sus ciudadanos».

«Los independentistas creen que la nación hace al Estado, yo al contrario, creo que el Estado hace a la nación, un Estado fuerte que impone su lengua, su cultura y su educación», ha ilustrado, apuntando que Francia sería el ejemplo contrario a España.

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