Después de que el líder del PP haya acusado a Sánchez de querer pactar «con las manos manchadas de sangre»
. El PSOE ha elevado este lunes el tono contra el líder del PP, Pablo Casado, cuyo nivel de «irresponsabilidad» lo «inhabilita para presidir España», ha considerado este lunes el secretario de Organización y coordinador de campaña José Luis Ábalos.
En rueda de prensa en la sede del partido en Ferraz, Ábalos también ha acusado a la formación de Casado de tener «algún problema de misoginia» por oponerse, según él, a todas las medidas que buscan aumentar la igualdad entre hombres y mujeres, como la ampliación del permiso de paternidad a ocho semanas que el PP ha recurrido ante el Tribunal Constitucional.
Pero las palabras de Casado que ya van un paso más allá, según Ábalos, son las que ha lanzado este lunes desde Barcelona, acusando a Sánchez de querer pactar con «manos manchadas de sangre» buscando una alianza con independentistas catalanes y vascos para mantenerse en la Presidencia.
«Prefiere las manos manchadas de sangre a las manos manchadas de blanco. Manos pintadas de amarillo que manos abiertas a todos los españoles», ha alertado en el acto de presentación del programa electoral del PP en Barcelona.
ABSOLUTA DESESPERACIÓN
Bajo el punto de vista de Ábalos, estas palabras de Casado sólo se justifican «por absoluta desesperación», pero tal nivel de «irresponsabilidad», a su juicio, «lo inhabilita para presidir España».
Para Ábalos resulta también «incomprensible» que el PP se haya posicionado en contra de los últimos decretos ley del Gobierno convalidados en el Congreso, incluido el de medidas de contingencia frente a un Brexit abrupto.
Por eso ha advertido a los ‘populares’ de que su oposición al Gobierno debería tener un límite: «no perjudicar a los españoles ni afectar a la economía del país». Su posición evidencia, a juicio de Ábalos, que lo que les mueve son sus intereses partidistas, y no los de España, de cuyos problemas reales se muestran «muy distanciados».
En cualquier caso, Ábalos ha advertido de que supone «una alternativa real» que las tres derechas de PP, Ciudadanos y Vox puedan sumar una mayoría suficiente para gobernar. Según ha destacado, la partida del 28 de abril es la siguiente: «o un Gobierno del PSOE en solitario o una coalición de las tres derechas».
El ministro de Fomento ha reconocido que espera que tras el 28 de abril el PSOE no tenga que sentarse a negociar ningún apoyo para la investidura de Sánchez con las formaciones independentistas.
Los socialistas no entran a hablar de posibles pactos ni coaliciones poselectorales porque su ambición es gobernar en solitario. «La aspiracion de algunos es ser terceros o cuartos por más que digan ¡vamos! en su lema de campaña», en alusión a Ciudadanos.